En una habitación blanca y naranja.
Mis manos se congelan, el mate tiene partes mojadas, otras ya secas y las galletas se terminaron.
Yo pienso en tu regreso y luego pienso en tu partida, de nuevo en tu regreso, y algún día la unión de dos moléculas. De un vértice o un eclipse solar.
Quiero convertirme en Imán.
No te vayas nunca más.
viernes, 1 de agosto de 2008
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